Dos huno rubios y enjuagados van a por todas: Florian le mete a Chris una polla monstruosa y dura como una roca en la garganta y se atraganta con ella. Pero su pequeño trasero también está abierto a los negocios. Florian se deja llevar y se mea encima mientras Chris lo folla duro. Con el puño de Chris en su trasero, Florian envía su semen volando. Y Chris le escupe en la cara. ¡Sólo los cerdos de Berlín se meten en una cogida tan jugosa!